Valeria Aguirre es una joven marginal y rebelde que ha pasado injustamente siete años presa, esperando sentencia por un delito menor cuya pena máxima sería de un año. Para ella, la culpa de esta injusticia tiene cara y es la de Miguel Reyes, el Fiscal que hizo la acusación en su contra. Cuando por fin Valeria va a salir de la cárcel, pensando tan sólo en su venganza, sufre el ataque de otra reclusa que la deja temporalmente ciega. Enterado de esta situación y del error judicial que se ha cometido con Valeria, Miguel se siente culpable e intenta acercarse a la joven que está totalmente vendada.

Sin que ninguno de los dos vea la cara del otro surge una relación en la que Miguel se hace pasar por el Dr. Ortega, pues sabe que Valeria lo odia y ha jurado vengarse de él. Así, paradójicamente ella se enamora del hombre que ha jurado odiar y él sufre el sobresalto de una emoción que no conocía, justamente cuando está dispuesto a darle una nueva oportunidad a su esposa Lorena Rincón; matrimonio del cual ya hay un hijo. Miguel siente que le robó años de vida a Valeria y se propone olvidarla, ya que no le parece justo pretender que ella lo quiera. Cree firmemente que Valeria nunca podrá perdonarlo, aunque él en el fondo no sea culpable de lo sucedido. Miguel pone tierra de por medio y se separa de Valeria.

Una vez fuera de prisión, la vida de Valeria cambia gracias a su encuentro con las hermanas Romero, quienes conocen el pasado de Valeria. Engracia Romero la cuidó de niña y ahora decide, junto a su hermana Encarnación, ofrecerle todo su amor sabiendo lo difícil que ha sido la vida para ella. Este renacer de la esperanza para Valeria no dura mucho porque su destino está ligado a una mujer terrible: Imperio Laya.

Imperio es la verdadera madre de Valeria. Una mujer poderosa que se ha endurecido frente a las pruebas que la existencia ha puesto patéticamente en su camino; pruebas como la de ser comprada, siendo apenas una niña, por un hombre de quien tuvo una hija a la que cree muerta; esa hija es Valeria. Hoy en día Imperio está casada con Vicente Trujillo, un hombre bonachón y enamorado que sólo ha servido para darle una fortuna inicial y un puesto en la sociedad. Tanto la fortuna como la jerarquía de ese puesto se han multiplicado en las ambiciosas manos de Imperio y, a cambio de eso, ella le ha dado dos hijas.

Un accidente desgraciado en el que Valeria termina causándole la muerte a la esposa del propio Miguel Reyes la llevará, huyendo de la justicia, a irrumpir en el mundo ordenado de Imperio; atendiendo la última voluntad de Engracia Romero. Su presencia desatará la furia de Imperio, quien se mueve en el conflicto interior de querer encontrar a una hija que creyó muerta y el rechazo hacia quien considera tan solo una ladrona, una estafadora que sólo quiere engañarla y aprovecharse de ella.

Aunque Miguel y Valeria no pueden negar el amor que sienten el uno por el otro, las circunstancias se convierten en insuperables obstáculos en su relación. Por mucho tiempo, Miguel desconoce la verdadera identidad de Valeria y ella no es capaz de confesarle la verdad. En la única persona que Valeria confía es en Ignacio Caballero, quien se enamora de la joven y promete ayudarle en todo cuanto le sea posible. Celosa del amor entre Miguel y Valeria, Imperio planea separarlos a toda costa.

Madre e hija ignorarán los lazos que las unen y el enfrentamiento entre ambas será cada vez más fuerte. Es así como esta historia se desarrollará bajo mentiras, descubrimientos, dudas y persecuciones.